martes, 20 de mayo de 2014

Irena Sendler: el ángel del gueto.

Estos días hemos estado escribiendo cartas a alguien que ha hecho mucho por muchas personas. Concretamente, por unos 2.500 niños: Irena Sendler. Esta mujer polaca trabajó como enfermera durante la Segunda Guerra Mundial y salvó la vida de muchos niños, jugándose la suya propia. Desde el cole, hemos querido rendirle homenaje, imaginando que somos aquellos niños. 



Aquí está el resultado:

Querida Irena:
Te mando esta carta para agradecerte todo lo que hiciste para sacarme de allí, y a todos los demás. Ellos también están muy agradecidos de que los sacaras de allí, y por eso estamos muy agradecidos.
Un beso, 
Mario
(Mario, 6º)

Hola Irena Sendler:
Soy uno de los 2.500 niños que salvaste en la II Guerra Mundial. 
Me llamo Santi, con tu apodo, fui Raúl, y estoy muy agradecido por el gran trabajo que hiciste por haberme salvado y por haber salvado a esos niños.
Qué pena que no te dieran el Premio Nobel de la Paz. Porque ese gran trabajo que hiciste en Varsovia en la guerra vale más que un premiucho de nada.
Gracias por salvarme la vida y suerte en la vida.

(Santi, 6º)

Irena Sendler, la mejor del mundo por salvarme a mí y a todos los demás niños de aquel maltrato en el que vivíamos. Gracias a ti, ahora tengo una familia y un hermano, y gracias por salvar a mis padres, porque cuando yo estaba en el gueto no conocía el mundo ni nada de lo que había. Tú fuiste muy aplaudida por mí y mis padres, y ahora tengo una familia que antes no conocía de nada. Me siento como si siempre hubiera estado allí. No sé como hiciste para sacarnos de allí con toda la multitud que éramos.
Gracias, 
Enrique

(Manuel, 6º)

Hola, queridísima Irena:
Soy Clara, me apodaste como María. Te quiero dar las más rendidas gracias por salvarme la vida, igual que a mi hermano, y todos los niños de este pueblo. ¡Tú nos has librado del maltrato, de morirnos! Muchísimas gracias porque te lo mereces. No creas que no me acuerdo de ti, pero has hecho que todos nosotros salgamos vivos de aquella, y que a ninguno le mandasen hacer las cosas tan severas que aquellas personas no sabían trabajar.
Irena, yo, igual que todos, no te olvidaremos, te recordaremos para siempre. Muchísimas gracias.

(Clara, 6º)

Muchas gracias Irena por haberme sacado del gueto y por haberme salvado la vida, ya que mi padre había desobedecido a la ley, y me habían condenado a mi, y ahora con cuarenta años me sigo acordando de lo que pasó hace treinta y muchos años. 
Bueno, no te quiero entretener pero quiero que sepas que si te llega una silla con mesa, una bufanda, unos bombones, un ramo de flores, un mechero, unos puros, un perro, un gato, una alimaña, y por último, pero no menos importante, un ferrari, es mio.
Un saludo.

(César, 6º)

Querida Irena Sendler:
Soy una de las niñas a las que salvaste en la 2º Guerra Mundial. Gracias a ti, ahora soy muy feliz y he podido estudiar y no estar muerta o enferma, como podría haber pasado si no me hubieses salvado.
No te acordarás de mi, pero soy Elisabet Welpen, renombrada como Rebeca Stones. Me viniste a ver en 1983 y vivo en una casita de Dublín. Me saqué el título de arquitecta y ya tengo un hijo. Con un simple gesto tuyo has hecho todo esto, se nota que eres magnífica.
Desde aquí, mis padres adoptivos, mis amigos y yo te damos las gracias y esperamos que los demás niños a los que salvaste sean igual de felices que yo.
Un fuerte abrazo y espero que estés muy bien, 
Elisabet

(Olga, 6º)
Querida Irena:
Gracias por salvarme aquel día. No he sido consciente de que sin tu ayuda ahora mismo estuviera muerto. Mi amor por ti es infinito y si hay que apoyarte en todo, lo haré. Descuida. Tienes el apoyo de 2.500 adultos (antes niños) que salvaste tú, y eso no se puede pagar, pero bueno yo con esta muestra de amor te doy todo mi apoyo si hace falta, porque lo que hiciste tú no tiene precio. Faltaría más que encima te matasen, así que si tienes peligro o si lo corres, ven a mi casa o con mi calle te guiarás: C/ Baiker nº5, hd3. Espero que te vaya todo muy bien.
P.D.: Te quiero
Tu niño, 
Mateo
(Tania, 6º)

Hola Irena.
Me llamo Priotr, y soy uno más de los niños que salvaste en 1939 en la Segunda Guerra Mundial. Gracias a ti sobrevivo todos los años que estoy vivo. Por ti tengo una familia, por ti tengo un trabajo. Te sacrificaste por nosotros y nosotras, y ese movimiento te hará muy famosa en todo el mundo, sobretodo en Polonia.
Irena, muchas gracias en representación de todos los niños que salvaste ese año.

(Rodrigo, 6º)

4 comentarios: